sábado, 4 de mayo de 2024

Si hoy tomas once solo o sola, te recomiendo un libro...

 

Tal vez hoy o mañana, o quizás de manera permanente por ahora, tomes once solo o sola. Bueno, en definitiva no estás del todo en solitario, ya que los oncelovers nos acompañamos a distancia. Cuando tú estás en un lugar con un té en la mano, hay alguien que también lo está haciendo en otro sitio, en el mismo momento. Créeme.

En fin, estás en tu casa y has llegado del trabajo. Se ha terminado la jornada de estudio. Has parado las labores del hogar. Vives solo. Tal vez tienes una mascota y la saludas. Tienes hambre, sed y, sí, estás cansado. Necesitas abstraerte del mundo por un rato y qué mejor que preparar tu once, disponer un espacio en la mesa o en el sillón y perderte por unos instantes mientras disfrutas de lo que tienes ante ti. Dedícate el tiempo que mereces y las atenciones que necesitas. Pon un mantel o un individual lindo, una servilleta que te guste, la taza o el tazón favorito. ¿Tendrás unas tostadas con mantequilla y palta que te animen? Espero que sí.

¿Y un libro? ¿Qué te parece?

Una lectura liviana. No te recomendaré el Quijote, a pesar de amarlo. Te diré que leas algo sencillo, pausado, simpático. Algo que te reconforte. Se me ocurrió el siguiente texto:




Paso a paso y palabra a palabra, te lleva a una experiencia agradable que te permite pensar en cada instante del día que ha sacado una sonrisa en ti, ha despertado la ternura o te ha hecho suspirar de alivio. Sin ser una obra maestra, este libro es ideal para una tarde en que estés agotado y quieras sentir que el mundo es un lugar pacífico y feliz en el cual refugiarse. Te invito a leerlo, en papel o de manera digital. No te arrepentirás. O, por lo menos, logrará que te distraigas un poco. Tu once y un libro, un excelente match.



miércoles, 1 de mayo de 2024

La "etiqueta" para la once


¿Cómo es que nos comportamos al tomar once? ¿Qué usamos?

Me gusta pensar en la cercanía que se genera en este momento. La pausa del día, previa al descanso. Nos hace actuar de manera más relajada, poco estructurada más allá de lo básico: cucharita del té bien puesta en el lado derecho del asa, tenedor pequeñito si comeremos un dulce, vaso o copa de agua si lo necesitamos…todo sencillo, pero bien dispuesto. Tal vez ocupemos la taza más delicada que tenemos. O el tazón más lindo y práctico, porque queremos que la sensación reconfortante del té (o la leche o el café) nos dure un poco más. ¿Por qué no?

También pienso en una panera bonita, un mantel simpático…Sentados en familia alrededor de una mesa, conversando sobre lo que hicimos durante el día y lo que esperamos para el día siguiente. O, como lo he dicho antes, solos empezando el merecido descanso. Tal vez viendo una serie o una película.

Compartir, con otros y con uno mismo, es la base del tomar once. Hacer juntos de este espacio de comida un tiempo agradable que nos permita pensar que, a pesar de todo, la vida va bien. 

Imagen desde la web