sábado, 27 de abril de 2024

Tomar once en casa: ¿sí, no?

 

Para gustos no hay nada escrito.

Algunas personas prefieren que la once sea sí o sí en la casa. Post trabajo, post estudio, casi en pijama, jajaja. Vivir este momento en el hogar, precisamente, por esa sensación de estar en él y disfrutar el descanso.

Otras, en cambio, disfrutan el salir de casa y que la once llegue lista a la mesa. Con comodidad, entre risas alrededor, tal vez con algún bocado más elaborado, otra decoración…

¿De que team eres tú?

Yo, sin duda, prefiero la once en casa. ¿Beneficios? Muchos:

-Defino el horario específico, sin tener que esperar a que se “desocupe una mesa”.

-Establezco el menú.

-Organizo la mesa como mejor me parece. Si estoy bien inspirada puedo poner algo bonito para decorar el ambiente.

-Hago mis propias mezclas para un rico té (por lo general, suelen ser hebras de té negro con canela, anís y clavo de olor).

-Ahorro, ya que el servicio lo presto yo.

-Puedo demorar todo lo que quiera sin la inquietud de que al dejar de consumir debo alistarme para dejar el lugar.

 


Es cierto, si se me antoja un día salir a un local a tomar once no siento que estoy pecando, claro está. Y lo disfruto. ¿A quién puede NO gustarle que la atiendan? A mí me encanta y me relaja. Por eso lo hago ocasionalmente. Pero, sin duda, tomar once en casa hace que la sienta más auténtica y tradicional.

Opiniones…

miércoles, 24 de abril de 2024

Once y "afternoon tea"

 

En mi mente, la imagen clásica: una mesa pequeñita, con muchos detalles bonitos, un juego de loza hermoso y floral, una bandeja con bocados… eso es lo que pienso cuando leo “afternoon tea”, tradición inglesa que se define
en el libro El arte del té, de Yasu Kakegawa, como “un momento agradable: se invita a amigos a tomar un té acompañado de scones, unos panecillos dulces o salados. Esta tradición nació a mediados del siglo XIX en los medios aristocráticos, antes de difundirse más ampliamente entre la población”.

Imagen desde www.pixabay.com

La once en Chile tiene puntos comunes: lo confortable del momento, la presencia del té (pero también del café y la leche), la comida. Sin embargo, aunque ritualizada igual, la once no tiene esquemas tan establecidos: depende de cada persona, cada familia, en cada hogar. Además, reemplaza frecuentemente a la cena, ya que se ha transformado en la última comida del día. Con sus muchas particularidades y en la inmensa variedad según mesa exista en el país, nuestra querida once define en sí una tradición nacional tan encantadora y cosy como el afternoon tea.

sábado, 20 de abril de 2024

Sopaipillas con zapallo

 

En el post anterior nombré las sopaipillas como opción para la once en una tarde otoñal.

¿Cómo las hago?

Mi versión es la siguiente:

1.      3 tazas de harina

2.      1 taza de zapallo cocido y molido

3.      1 cucharada de polvos de hornear

4.      2 cucharadas de mantequilla derretida

     5.   Agua hervida, pero tibia (cantidad suficiente para hacer una masa homogénea y firme, que no se rompa. Por lo general me alcanza con media taza)

6.      Sal a gusto

7.      Aceite para freír

 

Junto el harina, el zapallo, los polvos de hornear, la sal, la mantequilla derretida y revuelvo con una cuchara de palo.

Agrego poco a poco el agua y comienzo a formar una bola de masa hasta que quede blanda, homogénea y que no se quede pegada en las manos.

Estiro la masa, uslereo y corto en círculos con un molde (si no tengo molde, utilizo un vaso) o en triángulos con un cuchillo.

En aceite bien caliente y abundante, poco a poco agrego las sopaipillas, 5 minutos por lado o hasta que estén con un tostado agradable.

¡Listas y a disfrutar acompañadas de un rico pebre, chancho en piedra o mostaza!




miércoles, 17 de abril de 2024

Otoño

 

Imagen desde www.pixabay.com


Ya corre abril, con el otoño a cuestas…época que invita a abrigarnos, a estar en casa, a prepararse para las primeras lluvias…

Y qué exquisito es tomar once (SIEMPRE) en una tarde fría después del trabajo o el estudio. Sentir que estás descansando en tu hogar, con ese rico aroma a té, unas tostadas con mantequilla y palta. O sopaipillas calentitas hechas por ti o por las manos de tu mamá o abuela.

Yo ya estoy en ese mood que me encanta. Soy fan de la once y del otoño. ¿Mejor mezcla o mejor mezcla? 

Cariños.

domingo, 14 de abril de 2024

La expresión "tomar once"

 

El Diccionario de uso del español de Chile (DUECh), publicado en el año 2010, nos indica que la “once” es la “Comida principal de la tarde, que se toma entre el almuerzo y la cena, que consiste generalmente en una bebida caliente acompañada de pan”.

¿Cuál es el origen del nombre?

Se dice que podría ser una adaptación de “eleventh”, “palabra inglesa introducida por Lord Cochrane en la marinería nacional para designar el refrigerio de mediodía”, según consigna Eugenio Pereira Salas, en su libro Apuntes para la historia de la cocina chilena (1977).



En el mismo texto, se indica la que es -para mí- la versión más acertada ¿por qué? Porque uno de mis profesores en la universidad, gran investigador de la lengua española, siempre se refería a ella como la más cercana al uso del lenguaje cotidiano, esto es:

“Del lapso de tiempo entre el almuerzo y la comida deriva la tradicional once, cuya etimología derivan los costumbristas chilenos y peruanos de las once letras del aguardiente, que los frailes utilizaban como un eufemismo que disimulara el sentido de la invitación”.

La cantidad de letras de la palabra AGUARDIENTE, aquel licor tan intenso y popular en Chile, sería el “secreto” del origen de la ONCE.

“Vamos a tomar las onces”, para evitar decir explícitamente que alguien iría a beber alcohol, después del trabajo probablemente…me imagino esa época…y luego un paso al “vamos a tomar once”, que seguramente se mezclará con la influencia británica del afternoon tea, en el siglo XIX, agregando así comida al bebestible.

Comida y algo para beber, generalmente té, así es como conocemos nuestra rica once chilena, nuestra excusa para reunirnos en las tardes a compartir, a descansar del ajetreo cotidiano, a alimentarse con calma antes de ir a dormir…qué rico ¿no?

¿Qué te parecen las ideas sobre el origen de la expresión “tomar ONCE”?



sábado, 13 de abril de 2024

¿Quién soy?


 

¡Fanática número 1 de la “Once” por acá! Y sí, escribo con mayúscula la palabra, simplemente porque me encanta y siento que tiene un sentido propio y especial.

Mi nombre es Carolina, pero puedes decirme Caro. Soy una profesora chilena, esposa, mamá y dueña de casa. Amo tomar once, ese momento calentito y reconfortante del día. Me recuerda mi infancia, las visitas a mis abuelas, los cumpleaños de los pequeños amigos y amigas…

En este blog te compartiré datos, anécdotas, fotos, recetas y tips! Todo lo que se relacione con el exquisito momento de cada tarde en que nos reunimos en familia -o quizás solos con nuestro gato o perro- a tomar té y comer. Como decimos en Chile, “a tomar once”.

¡Te doy la bienvenida a este espacio virtualmente acogedor!