domingo, 30 de junio de 2024

Picarones

 

Ya, es que definitivamente es una de mis recetas preferidas de la temporada. Masa suave, blanda y esponjosa, en un caldo dulce que le da un sabor exquisito. Yo preparo los picarones así:


- 4 tazas de harina

- 1 taza de zapallo cocido y molido (lo uso tibio)

- 10 gr de levadura en polvo

- 3/4 taza de leche (o según necesidad)

- 3/4 taza de azúcar (o lo que gustes: en la cantidad. Puede ser estevia también)

- Un poco de esencia de vainilla.

-1 litro de aceite para freír.


Para el caldo:

- 1 litro de agua.

- Una porción de chancaca (uso medio pan).

- Canela entera a gusto.

- 5 clavos de olor.

- Cáscara de naranja (yo uso de media naranja y queda perfecto).


¿Cómo armo la receta?

Para los picarones, junto todos los ingredientes y formo una masa que quede esponjosa, pero que no se pegue en los dedos. Lo dejo reposar 1 hora para que doble su volumen.

Con las manos, formo bolitas no tan grandes y les hago un hoyito al centro. Así quedan con forma de anillo.

Caliento bien el aceite y frío poco a poco los picarones, 4 a 5 minutos por lado, o hasta que estén doraditos.


En el caldo es más o menos lo mismo, junto todos los ingredientes (uso el agua helada) y los pongo a fuego medio por 15 minutos aproximadamente, o hasta que la chancaca esté bien diluida y haya hervido. Dejo reposar y luego sirvo los picarones vertidos en este caldo delicioso.




Para los picarones, junto todos los 

domingo, 23 de junio de 2024

Invierno

 

Llegó el invierno. Después del otoño, mi segunda estación favorita.

Lluvia, relámpagos, truenos y frío. Dan ganas de quedarse en casa, bien abrigados y muy cómodos. Comiendo algo rico, además. Y sí, en esta temporada, un meme que circula por las redes sociales se vuelve muy cierto:

                                             CUANDO LLUEVE, AUTOMÁTICAMENTE:

“Pensamientos panaderos” y reposteros, agrego. Algún experto en salud nutricional podría explicar bien este fenómeno: la necesidad de comer cosas como masas, dulces…ojalá tibios, que es claramente por las bajas temperaturas. En realidad imagino que todo esto es por el frío y la necesidad de calentar el cuerpo. Y el alma.

Desde otoño en mi casa se vienen preparando las típicas cosas de la temporada: sopaipillas, picarones, queques, chocolate caliente…y seguirá, hasta que vuelva el calor y las onces necesiten ser más fresquitas. O no?